El Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Organos capacitará al personal de las 46 delegaciones que la Defensoría del Pueblo posee en todo el territorio provincial aparte de sus sedes en Santa Fe y Rosario para una campaña conjunta anunciada en la mañana de hoy durante una conferencia de prensa que brindaron el titular del Cudaio, Mario Perichón, y el Defensor a/c, Jorge Henn.
El acuerdo permitirá una campaña permanente destinada a promover el interés de las personas en la donación de órganos partiendo de suministrar información correcta, veraz y precisa. Y para ello, el Cudaio brindará capacitación a los agentes de la Defensoría que atienden al público en cada delegación extendidas en todos los departamentos de la provincia.
Los principales obstáculos que posee la donación de órganos, tal como coincidieron Perichón y Henn, surge de los muchos prejuicios que suelen ser alimentados por leyendas urbanas, historias fantásticas o terroríficas incentivadas, de paso, por la creatividad de las ficciones del cine y la televisión.
“La idea de esta conferencia de prensa es comunicar a la ciudadanía el inicio de una campaña con el Cudaio que se llama ‘Deja tu marca’ que tiene como objetivo la promoción de la donación dé órganos. Es un orgullo y un honor estar con Mario Perichón, titular del Cudaio, y resaltar el rol del Estado en esta temática”, dijo Henn al presentar la campaña y luego de que ambos protagonistas posaran sosteniendo los afiches que harán notoria la campaña en las delegaciones que posee la Defensoría en todo el territorio provincial.
A su turno Perichón, en la conversación con los medios realizada en la sala Feruglio de la Defensoria, sostuvo que “la donación de órganos es uno de los actos más sublimes de desprendimiento por el prójimo toda vez que se trata de uno de los actos de mayor generosidad para hacer el bien a otro que debe decidirse (si no se decidió antes) en un momento generalmente de extremo dolor como es la muerte de un ser querido”, subrayó Perichón.
En consonancia, Henn, evidenció su sensibilización con el temática al contar lo que sintió cuando en televisión vio “el caso Marita, una joven que relató en televisión cómo su vida se transformó gracias a un corazón donado. Estos testimonios resplandecen como faros de esperanza, iluminando el camino hacia una sociedad mas compasiva y solidaria y organizaciones como Incucai y el Cudaio con incansable labor y compromiso han allanado el camino para un sistema de transplantes mas eficiente y accesible, salvando vidas y ofreciendo esperanzas a aquellos que la necesitan desesperadamente. Quiero resaltar la ley Justina, como una elaboración colectiva, y que con su aprobación en 2019 aumentaron los transplantes en un 60 por ciento”.
La LeyJustina -que se llama así el memoria de Justina Lo Cane, una niña que tras esperar la donación de un corazón internada en la Fundación Favaloro, murió a los 12 años- regula todo el proceso destinado a la obtención y utilización de órganos, tejidos y células de origen humano creando la figura que popularmente se conoce como “donante presunto”. Es decir, considera que todas las personas mayores de edad son donantes con excepción de las que hubieran expresado su voluntad de no serlo.
Henn insistió en decir “que aunque hoy esta idea aparece interpelada para nosotros como organismo de garantía de derechos la donación altruista de órganos es un acto de amor y compasión, ajena a cualquier lógica de mercado, que nos recuerda nuestra capacidad colectiva para hacer el bien. Esta campaña ratifica esta idea que sostenemos y reafirmamos poniendo a la Defensoría como una herramienta al servicio de los objetivos tan loables como los que propone el Cudaio”.
Perichón se declaró “orgulloso” de estar en la Defensoria a la que llamó “la casa de los ciudadanos, dónde se defienden los derechos de los ciudadanos cuando son de algún modo avasallados por algunas situaciones y no es menor porque lo que buscamos nosotros es ampliar derechos y en ese rol del estado el que cumple el Cudaio es importante. Nosotros somos personas de gestión, de acción; nos cuesta un poco hablar pero no compartir anécdotas como vos contaste cuando te conmovió el caso de Marita. Recientemente en una conferencia con autoridades de la facultad de ciencias médicas yo conté la siguiente anécdota: en septiembre del año pasado llega a nuestras oficinas una familia con muchas vulnerabilidades y con un nene de 10 años necesitado de un transplante hepático, con una enfermedad muy grave y una dependencia y una discapacidad importantísima; sin obra social, sin recursos económicos de ningún tipo. Ahí es donde debe aparecer el Estado que es el que tiene herramientas en distintas de sus estructuras permiten que desde hace algunos días atrás ese chico esté hoy transplantados. Es una víctima de un disfuncionalidad familiar extremadamente grave, no iba a la escuela, su vida era muy condicionada. Ya recibimos una foto suya, no usa más la mochila de oxígeno, juega al fútbol y nuestros psicólogos y trabajadores sociales han conseguido un hogar para él y ya nos mandó esa foto yendo a la escuela. Ese es el rol del Estado y cuando hablamos de donación de órganos coincido con los que decía el Defensor: en el mundo es un acto de amor y solidaridad; un pensar en el otro. Estamos invitando al padre de Justina a que venga a la provincia porque es el ejemplo más claro de esto que decimos. Es una familia que sufrió la muerte de su hija con 12 años en una lista de espera de un corazón que nunca llegó y en lugar de sentarse a lamentar o protestar, movilizó y logró lo que los médicos no pudimos desde 2005: cambiar el paradigma legal para los transplantes de órganos”.