La muestra itinerante “A todo Patoruzú”, organizada por el Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentino de la Biblioteca Nacional en coordinación con el Ministerio de Cultura de la provincia, celebra los 95 años del personaje más popular de la historieta argentina con la exhibición de piezas clave de la obra que se convirtió en un ícono de la identidad nacional.
La exposición tendrá como escenario el Museo “Casa del Brigadier Estanislao López” (avenida General López 2792) en la ciudad capital, el viernes 27 de octubre, a las 19 horas, con entrada libre y gratuita, y permanecerá abierta hasta el 3 de diciembre. Podrá visitarse los jueves y viernes, de 9 a 15; y los sábados y domingos, de 16 a 19 horas.
Patoruzú es el primer nativo que aparece en la historieta argentina y en el mundo y la muestra intenta transmitir la magia de su creador, Dante Quinterno, a través de los atributos de su singular cacique y personajes secundarios que son también la esencia de la historieta.
LA MUESTRA
La muestra celebra 95 años del nacimiento del personaje, fue ideada por la Biblioteca Nacional con la curaduría de José María Gutiérrez, y recorre a través de historietas, diarios, documentos, bocetos originales y fotografías, la historia de Patoruzú y de su creador Dante Quinterno desde sus primeros pasos.
Compuesta por más de 50 originales del propio Quinterno, entre ellos su poderosa producción personal de historietas e ilustraciones de los inicios de la serie, abarca varias décadas de historia viva de la cultura nacional.
Cabe destacar que en la muestra se encuentra la ilustración original del semanario dedicada a Patoruzú nacida en 1936, íntegramente hecha por su autor, que agotó la tirada, se reimprimió, se volvió a agotar y a reimprimir una y otra vez, y vendió miles y miles y miles de ejemplares. Patoruzú fue un boom sin igual.
Quien visite la exposición también encontrará el merchandising de Patoruzú. Desde el ilustre muñeco del personaje, hasta un paquete de yerba con su rostro, pasando por los juguetes miniatura de los chocolates Jacks.
Sobre la tira, corazón de la muestra, Gutiérrez expresó que “Patoruzú es una especie de producto historietístico perfecto, funciona, está muy bien hecho, los argumentos son dinámicos, cuando empezás a leer una tira no podés parar, son divertidas y aptas para todo público (estaban las historietas para chicos y las tiras más para adultos que eran las de sátira política, las de críticas o comentarios sobre costumbres familiares). Patorozú es para todo el mundo”.
PATORUZÚ
Hace 95 años Dante Quinterno, con menos de 20 años, dibujó un personaje inusual para la cultura argentina de la época: el indio Patoruzú. De personalidad noble y bondadosa, la creación de Quinterno se convertiría en el héroe ficcional más importante de los argentinos.
Patoruzú nació en la página de historietas del diario Crítica, en la serie Don Gil Contento. Se publicó sólo dos días y luego desapareció.
Al tiempo, Quinterno volvió a introducir el personaje del indio en una nueva serie llamada Julián de Monte Pío. Este llegó a ser tan popular que poco después la historieta pasó a llamarse Patoruzú. El nombre original con el que nació este personaje era Curugua Curuguagüigua, pero era casi imposible de pronunciar y de recordar entonces Quinterno lo rebautizó “Patoruzú”, que surgió de una golosina de la época llamada Pasta de Orozú. En 1936 nace su semanario.
El primer número está íntegramente hecho por él, relata Gutiérrez. “En la muestra se encuentra la ilustración original de esa revista que agotó la tirada, se reimprimió, se volvió a agotar y a reimprimir una y otra vez, y vendió miles y miles y miles de ejemplares. Patoruzú fue un boom sin igual”.
Gutiérrez cree que la repercusión de Patoruzú tuvo que ver con que apareció cuando la Argentina atravesaba la Década Infame y los ciudadanos necesitaban un personaje puro, honesto, sentir que los argentinos podían ser algo más además de chantas, estafadores, corruptos. El indio traía pureza y era, a la vez, un personaje nuevo, diferente al gaucho que ya estaba mitificado y se utilizaba para hablar del tipo bueno y perseguido. Aún así, Quinterno le dio a su personaje el lenguaje gauchesco del siglo XIX.
DANTE QUINTERNO
Nació en Buenos Aires en 1909 y murió en la misma ciudad en 2003. Fue un destacado guionista y dibujante de cómics y empresario editorial. Se lo reconoce como de los célebres personajes Patoruzú, Isidoro Cañones, Patoruzito, Don Fierro y Pepín Cascarón. Además fue el productor y director del primer dibujo animado en colores de Argentina «Upa en apuros» en 1942.
En 1924 comenzó a enviar sus dibujos a varios diarios porteños y en 1928 dio a conocer su personaje Curugua-Curuguagüigua, quien luego fue rebautizado como Patoruzú. Junto con Patoruzú aparecieron personajes como Isidoro Cañones, quien luego también tendría su propia publicación independiente.
En 1936, la revista Patoruzú apareció como una publicación independiente, que en sus mejores momentos llegaría a vender 300.000 ejemplares semanales. Ese mismo año, el autor fundó la Editorial Dante Quinterno S.A., donde comenzaron exitosas publicaciones: Patoruzú (desde 1936); Patoruzito (desde 1945) y tantas otras.
Durante la década de 1930 Quinterno viajó a Estados Unidos para estudiar producción de dibujos animados (con los hermanos Max y Dave Fleischer, creadores de Betty Boop y Popeye). Allí tomó contacto también con Walt Disney en sus estudios, donde entablarían una amistad que continuaría a través de los años. Cuando regresa a la Argentina, Quinterno inició también su carrera como animador, y el 20 de noviembre de 1942 estrenó en el cine Ambassador el “Upa en apuros”, el primer dibujo animado realizado en colores en Argentina y la región. “Quinterno era un genio como historietista, tenía un dibujo muy suelto. El original es muy diferente al Patoruzú de las revistas que se publicaron durante tanto tiempo, va cambiando el personaje. Uno es el que dibujaba Quinterno, que solo lo firmó hasta 1939, 1940, después depositó todo en su equipo de dibujantes, aunque él intervenía, daba indicaciones y corregía muy estrictamente, pero ya no tenía firma la serie, ya era un equipo, muy al estilo norteamericano. Había aprendido en Estados Unidos cuando trabajó en los Estudios Fleischer, Trabajaba para publicidad, llegó a ser un dibujante muy reconocido. Aprendió animación y la estructura del sistema de producción de historieta norteamericano, cómo funcionaba, cómo se manejaba, para traerlo a su país natal. En 1936 nació su semanario. El primer número está íntegramente hecho por él”, relata Gutiérrez.
En 1941 comenzó a publicarse Patoruzú como tira del diario neoyorquino P. M., un periódico sofisticado, de izquierda, en el que escribían personalidades como Hemingway. Era reconocido por su calidad gráfica y porque allí colaboraban grandes artistas.